Pues ya ha pasado un rato desde que no escribía, pero es que no han pasado mayores novedades. Si acaso lo único que tengo para escribir por ahora, es acerca de mis hijos.
El sábado pasado
los llevamos a la quinta de la Tía Paty, allá por Pesquería, la verdad es que
si se nos hizo un poco lejos. Lo padre de ahí es que tenían una albercota de
respeto, esta grande y está muy bien cuidada. Ese día se prestaba super bien
para echarse un chapuzón, el agua estaba en su punto. Así fue, después de un
rato que esperamos para que llegara más gente y que se terminara de despertar Jorgito,
ya nos metimos y estuvimos ahí nadando y jugando con algunos juguetes que traían
otros niños más grandes. Allí estuvimos por un buen rato, la verdad es que
mucho tiempo en el agua a mi gusto, la gente se sentó, se movió de mesa, se pusieron
a comer y platicar acerca de todo, y yo todo ese tiempo solo con Jorgito. Y lo
que sucede es que ahorita estos niños están en la etapa que no pueden hacer
nada sin su papá, menos meterse a una alberca solos, entonces tengo que estar
con ellos, pero sucede que nadie se acuerda del papá en la alberca, todos en su
rollo sin pelar a los niños ni al papá. Ese papá que quiere ir a echarse unas
papitas, que quiere echarse una cerveza, que quiere saludar los otros tios y
platicar de algo, o hacer relaciones, pero no, el papá tiene que estar con los
niños.
Quiero
mucho a mis niños, pero ahorita están en una etapa que tienen que estar todo el
tiempo conmigo y no se dejan disfrutar de ser adulto. Sé que van a crecer y ya
van a andar por su cuenta algún día, pero por el momento son muy sobre
necesitados.
Algo así
me pasó ayer, después de ir por los niños al a guardería, fuimos a consultar a
César, ya que tenia tos y como que algo no le gustaba a su mamá. Total, fuimos
y en lo que nos pasaban a consultar, estuvimos esperando y tratando de entretener
a Jorgito, lo cual es una labor bien difícil, porque si no le enseñas algo que
lo distraiga, se emberrincha y ya no hay como sacarlo de ahí hasta que le
enseñes algo nuevo, y durante el proceso se pone bien grosero. Entonces pues
llegó el punto en que ya no se aguataba y le puse el celular para entretenerlo,
y pues no sirvió de nada, al contrario, le salió un video que no quería y a
patalear, ya cuando entra en ese estado ya no hay nada que hacer. Total,
salieron de la consulta y nos fuimos al carro, ahí ya como que se calmó. César
por otro lado, si salió con una infección y según que ya se le veía en los oídos.
Total, como ya andábamos por allá, dijimos vamos por una nieve.
Fuimos por
la nieve al Gelow, se bajo Eva y César ahora andaba llorando porque quería el biberón,
ya le tuve que dar el biberón, y el otro también se empieza a poner loco, total
a ese le doy el celular, a lo mejor tenia mas suerte. No tratando de calmar a
los dos, y Eva que no salía. En ese momento ya se me fue acabando la paciencia,
ya llegó Eva y me trae mi nieve que ya se estaba derritiendo, me la empiezo a
comer por lo mismo y César otra vez reclamando y Jorgito igual, pero ahora se comenzó
a enfocar más en la nieve. Total le dí y pues quiso más, así le seguí dando muy
bien, ya sin atender a César, hasta que llegó Eva con su raspado. Solamente entró
y Jorgito empezó a reclamar que quería una nieve, quería que le diera toda la mía,
lo cual no iba a pasar. Con el fin de hacerlo feliz, ya voy a comprarle una
nieve chiquita y cuando se la doy, se le derrama tantito y comienza a hacer un
show. Ya ahí agotó mi paciencia, ya le tuve que gritar, no entendía que era lo
que quería, y por mas que me esforzaba más me chingaba. Pues bueno ya me acabé
la nieve entre apuros de Eva que César ya no tenía leche y había que pasar a la
Benavides por la medicina. No me dejaron disfrutar mi nieve para después ir a
la Benavides y me atendiera una viejita super lenta que me da un papel y luego
me lo quiere quitar, y que no me quiere dar genéricos pero que siempre sí. Ahí
si ya estaba enojado, me termine fastidiando más.
Ese día
llegué a la casa con la cabeza doliéndome, ya sin ganas de hacer nada ni mucho
menos tratar con Jorgito. Eva se encargo de bañarlos ella sola, y ya de rato se
empezó a poner otra vez loco Jorgito. Mejor me lo llevé a su cuarto y me acosté,
el me siguió y de rato nos quedamos dormidos.
Ya hoy es
un nuevo día, pero si tengo que decir que estos niños acaban con mi paciencia. Entiendo como ciertos papás que salen en las
noticias pueden llegar al extremo con sus hijos. Necesitas ayuda, un equipo que
te soporte cuando ya no puedas. Esto de tener hijos es muy cansado psicológicamente,
por el punto en que no puedes hacer ya nada de lo que a ti te gusta, y tienes
que estar calmando las chiflasones. Pero eso si es muy bonito cuando ellos están
felices y empiezan a lograr cosas nuevas para ellos. Definitivamente es un pequeño
costo a la gran felicidad que los niños traen.
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