sábado, octubre 19, 2013

#LIFE Niña mexicana Genio



Cd. de México  (19 octubre 2013).-  En septiembre del 2012, Paloma Marlene Noyola Bueno, una estudiante de sexto grado de una primaria ubicada en una zona marginal y colindante a basureros en Matamoros, Tamaulipas, obtuvo el primer lugar en matemáticas a nivel nacional en la prueba Enlace.
Ahora, la revista Wired trae en su portada una foto de cuerpo entero de la estudiante y un título categórico: "La próxima Steve Jobs".

Wired, especializada en tecnología, hace un retrato de esta niña, hoy de 12 años y en secundaria, que pese a su pobreza ha desarrollado capacidades brillantes.

Esto lo logró gracias a un modelo de educación "radical" implementado por Sergio Juárez Correa, maestro de sexto de primaria que entre carencias aplica técnicas de innovación, creatividad, pensamiento independiente y libre contacto con computadoras.

La historia de Paloma, marcada por detalles de su vida excesivamente limitada, conmovía ayer a las redes sociales.

La revista da a conocer, por ejemplo, que la niña triunfó en Enlace meses después de la muerte de su padre, un pepenador que todas las noches se sentaba a escuchar lo que la menor de sus ocho hijos aprendía en clases.

Paloma dijo ayer a EL NORTE sentir bonito que la comparen con el padre de Apple.

Matamoros,  México (19 octubre 2013).- La revista Wired cuenta que, convencido de las técnicas de Sugata Mitra aprendidas en internet, así como de otras lecturas aprendidas en línea, Sergio Juárez Correa llegó un día al salón de Paloma Marlene Noyola y, hastiado del sistema educativo "abrumadoramente aburrido", lo primero que hizo fue sacar los escritorios maltratados y pidió a los niños sentarse en grupos.

Sergio, hoy de 31 años y que también creció junto a los vertederos de basura en los que Paloma y su familia viven, se sentó con ellos y les comenzó a explicar que había "niños en otras partes del mundo que podían memorizar el pi hasta cientos de puntos decimales. Que podían escribir sinfonías y construir robots y aviones.

"La mayoría de la gente no pensaría que los estudiantes de José Urbina López (la escuela) podrían hacer ese tipo de cosas", cita a Sergio el autor del reportaje, Joshua Davis.

"Los niños al otro lado de la frontera de Brownsville, Texas, tienen portátiles, internet de alta velocidad y tutoría, mientras que en Matamoros los estudiantes tienen la electricidad intermitente, pocas computadoras, internet limitada y a veces no lo suficiente para comer. Pero ustedes tienen una cosa que los hace iguales que cualquier niño en el mundo", les dijo Juárez Correa.

Paloma, cuenta Wired, se quedó silenciosa esperando que le dijeran qué hacer. Nueve meses después, sin embargo, aquella experiencia innovadora que aplica la lógica de la era digital a las aulas, buscando en grupos lo que quieran saber, dio por resultado que la niña y algunos de sus compañeros llegaran a la cima de los rankings de matemáticas y de lenguaje en México.

Juárez Correa se dio cuenta de inmediato que Paloma era una mente brillante. Un día, cuenta Wired, el profesor escribió en el pizarrón "1 = 1,00" y, aunque normalmente en este punto comenzaba explicando el concepto de fracciones y decimales, en su lugar simplemente escribió "(00BD) =?" y "(00BC) =?" y salió del salón.

"Piensen en esto por un segundo", les dijo antes de salir.

Al volver con monedas en las manos para explicar la clase, se dio cuenta de que Paloma ya había escrito 0,50 y 0,25 en un pedazo de papel. La niña respondía rápidamente y de manera acertada a ejercicios cada vez más complejos.

En Enlace, Paloma obtuvo una puntuación de 921 puntos en matemáticas, ubicándola con la mayor calificación nacional. Además en español obtuvo 800 puntos, lo que la ubicó en el tercer lugar.

La menor a la que la autoridad no le sostuvo el apoyo para hacerle la vida más fácil (el internet inalámbrico le duró un solo día) tiene un récord de calificaciones de 10 en toda su instrucción primaria.

El resto de sus compañeros no se quedó atrás, afirma Davis. Los padres de Carlos Rodríguez Lamas lo premiaron con tres tacos de carne. Era su primera vez en un restaurante. Francisco Rodríguez consiguió 10 pesos de sus padres y compró una bolsa de Cheetos. Los niños estaban emocionados. Hablaban de ser médicos, maestros, políticos.

El reportaje de Wired enfatiza la dura realidad de la Escuela José Urbina López y de Matamoros en general: basureros, drogas, violencia. De hecho, el plantel era conocido como "sitio de castigo".

La familia de Paloma, cuenta Davis, se trasladó hace 25 años a la frontera proveniente del centro del País. Ahí, el padre se la pasaba hurgando entre chatarra, lo que le provocaba frecuentes hemorragias nasales. El cáncer de pulmón que le arrebató la vida podría estar relacionado con su contacto permanente con los gases provenientes de la basura.

Pese a sus duras jornadas, el pepenador solía llegar a casa y escuchar lo aprendido por su hija en clases. Antes de morir, el hombre le dijo: "Eres una chica inteligente. Estudia y haz que me sienta orgulloso".


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